miércoles, 13 de enero de 2010

"El país de las cucharas largas"



Aquel señor había viajado mucho. A lo largo de su vida había visitado cientos de países reales e imaginarios...

Uno de los viajes que mas recordaba era su corta visita al País de las Cucharas Largas. Había llegado a la frontera por casualidad...: en el camino de Uvilandia a Paradise , había un pequeño desvío hacia el mencionado país y explorador como era, tomó el desvío. El sinuoso camino terminaba en una sola casa enorme . Al acercarse notó que la mansion parecía dividida en dos paredones : un ala oeste y un ala este. Aparcó su coche y se acercó hasta la casa . En la puerta , un cartel anunciaba:*PAIS DE LAS CUCHARAS LARGAS*"ESTE PEQUEÑO PAÍS CONSTA SÓLO DE DOS HABITACIONES LLAMADAS NEGRA Y BLANCA. PARA RECORRERLO, DEBE DIRIGIRSE POR EL PASILLO HASTA QUE SE DIVIDE Y DOBLAR A LA DERECHA SI QUIERE VISITAR LA HABITACION NEGRA, O A LA IZQUIERDA SI QUIERE VISITAR LA HABITACION BLANCA"

El hombre avanzó por el pasillo y el azar lo hizo doblar primero a la derecha. Un nuevo corredor de unos cincuenta metros terminaban en una puerta enorme. Desde los primeros pasos por el pasillo, empezó a escuchar los "ayes" y quejidos que venían de la habitación negra. Por un momento, las exclamaciones de dolor y sufrimiento lo hicieron dudar, pero siguió adelante. Llegó a la puerta, la abrió y entró. Sentados alrededor de una mesa enorme, había cientos de personas. En el centro de la mesa estaban los manjares más exquisitos que cualquiera podría imaginar y aunque todos tenían cuchara con la cual alcanzaban el plato central... se estaban muriendo de hambre. El motivo era que las cucharas tenían el doble de largo de su brazo y estaban fijadas a sus manos. De ese modo, todos podían servirse pero nadie podía llevarse el alimento a la boca. La situación era tan desesperante y los gritos tan desgarradores, que el hombre dio media vuelta y salió casi huyendo del salón.Volvió al hall central y tomó el pasillo de la izquierda que iba a la habitación blanca. Un corredor igual al otro terminaba en una puerta similar . La única diferencia era que, en el camino no habia quejidos ni lamentos. Al llegar a la puerta, el explorador giró el picaporte y entró en el cuarto. Cientos de personas estaban también sentados en una mesa igual a la de habitación negra. También en el centro había manjares exquisitos, también cada persona tenía una larga cuchara fijada a su mano... Pero nadie se quejaba ni lamentaba. Nadie se estaba muriendo de hambre , porque todos... se daban de comer unos a los otros.

El hombre sonrió, se dio media vuelta y salió de la habitación blanca. Cuando escucho el "plic!!" de la puerta que se cerraba, seencontró de pronto y misteriosamente , en su propio coche, camino a Paradise...